A los diseñadores del Aria (Apollo Range Instrumentation Aircraft), un Boeing 707 modificado, no se les ha ocurrido mejor forma de acoplarle una parabólica enorme que dentro de este grotesco “apéndice nasal”.
No dudo que el invento sea operativo y eficaz pero, por favor, hay que pensar que los aviones también tienen su corazoncito. Este pobre 707 es el hazmerreir de todos los aeropuertos por donde pasa. Y ahora a ver quien es el guapo que le quita el trauma de encima.
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